Rosa Nouchette Carey (1840 – 1909) - Novelista inglesa.
Soy Martí, único titular del afijo Glenveagh con número de registro 19015 de la RSCE, reconocido por la FCI con el número 127/2012, propietario de los perros que aparecen en esta web, pero en todo momento voy a hablar en plural, porque realmente SOMOS.
Somos una familia y todo esto es posible gracias a la ayuda de mis padres y mi hermano, a los cuales he “arrastrado” de un modo u otro a esta afición, aunque he de admitir que mucho no me ha costado; siempre hemos sido grandes amantes de los animales y siempre los perros han estado presente en nuestra vida.
Historia
2007-
El amor por esta raza es algo que sentí desde siempre, y no sabría dar motivos del porqué, porque en realidad son tantos… pero fue en 2007 cuando comencé a buscar información sobre la misma, decidido a tener mi propio perro.
2008-
Llegó a nuestras vidas Boira. Nunca había sido nuestra intención el adentrarnos en el mundo de las exposiciones con ella en el momento en que la adquirí.
2008-
Tramitando el LOE de Boira nos enteramos de la organización de un concurso cercano, y allí acudimos, en clase cachorros con 8 meses. Fue mejor cachorro de Raza, mejor cachorro de Grupo y seleccionada en el BIS 😀
2010-
No volvimos a un ring hasta la Exposición Internacional de Cuenca, juzgando Dº Pablo Termes. Tras terminar los juicios fui a pedirle consejo y en ese momento puedo decir que comencé a centrarme más en la cinofilia como mi pasión.
2011-
A finales de verano del 2011 llegó Jamie a nuestra casa, con ella todo fue muy fácil, colmándonos de satisfacciones y superando con creces las expectativas en ella depositadas
2013-
Para realizar nuestros planes de cría, importamos temporalmente a Lucky, que llevó a cabo una exitosa campaña de exposiciones. De él y Boira nació la primera camada de Glenveagh, y nos quedamos con Sanne
Estamos en
Vivimos en Antella, un pequeño pueblo de Valencia, en la comarca de la Ribera Alta y a orillas del río Júcar (Xúquer en valenciano).
Estamos situados en la parte alta del pueblo y nos separan del monte un par de casas. Vivir en un pueblo nos proporciona tranquilidad y bellos parajes naturales en los que disfrutar con nuestros perros.
Nuestros perros viven con nosotros, dentro de casa, cada uno de ellos son un miembro más de la familia. Esta condición crea un entorno familiar donde convivir y educar es un acto constante de cariño y respeto mutuo, velando siempre por realizar un trabajo serio de cría para que nuestros cachorros sean el perro adulto bello, equilibrado y maravilloso que esperamos de esta raza, y sobre todo sean nuestro fiel amigo del que podamos disfrutar durante muchos años.